tan suelta como ella misma, libre y cautivadora, muchos queremos ser ella, siempre predispuesta, siempre es ella.
Fresca y esvelta, salpicando sobre mi cuerpo, no encuentro el motivo por el cual taparnos, si nos bendice con su amparo.
linda linda linda. alguien agradeciendo su aparición, cantando con un paraguas y en su corazón una pasión.
al final, un arcoiris, naciendo desde el horizonte, atravesando el monte. Su tiempo ha llegado y así entre las nubes y el cielo, desaparece dejándonos un hermoso ocaso.
Que loco, no?Pensar que mi primer beso bajo la lluvia fue con la persona menos indicada, y sí... me arrepiento de haber sido tan estúpida.